Trump, quien también fue recibido por Barack Obama cuando ganó las elecciones en 2016, rompió con la tradición y no invitó a Biden en 2020, cuando instigó un asalto al Capitolio para impedir la certificación de su victoria

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El presidente Joe Biden se ha reunido con Donald Trump este miércoles en la Casa Blanca para escenificar la voluntad de un traspaso “pacífico” de poderes. Durante la campaña, cuando Biden aún era candidato, el demócrata aseguró que Trump era una amenaza para la democracia. Ahora tendrá que entregarle el poder ejecutivo al hombre que instigó el asalto contra el Capitolio en 2021 y que intentó impedir la certificación de su victoria, así como revocar el resultado electoral de 2020. 

“Señor presidente electo, expresidente, Donald, felicitaciones. Bienvenido de nuevo”, ha dicho Biden al inicio del encuentro frente a los medios. El presidente ha defendido una “transición tranquila”. Trump ha contestado: “Muchas gracias. La política es dura y muchas veces no es un mundo muy bonito. Pero hoy es bonito y agradezco mucho una transición tranquila”.

La cordialidad de la reunión ha sido una de las pocas excepciones en medio del intercambio de ataques entre ambos políticos, donde Trump ha destacado por su agresividad a la hora de los insultos.

Biden ha recuperado la tradición que Trump rompió en 2020, cuando el republicano no invitó al demócrata después de ganar las elecciones. Ambos se han sentado en el Despacho Oval haciendo honor a la costumbre de que el presidente saliente recibe al presidente entrante. El republicano incluso se fue de Washington antes de la investidura del 20 de enero de 2021, convirtiéndose en el primer presidente en hacerlo desde que Andrew Johnson se ausentó de la juramentación de Ulysses S. Grant en 1869.

Las únicas dos imágenes que existen de Trump cumpliendo con la tradición son de cuando él era el ganador: primero en 2016, cuando Barack Obama se reunió con él también en el Despacho Oval, y ahora en 2024. El vacío del 2020 vuelve a resaltar la anomalía que ha supuesto el republicano para la vida política del país y expone la fragilidad que vive el sistema democrático norteamericano desde entonces. 

La reunión entre Biden y Trump ha sido a puerta cerrada. Cuando Trump se reunió con Barack Obama en 2016 después de ganar las elecciones, la charla se alargó casi una hora y media, cuando estaba previsto que durara menos de media hora.

Es la primera vez que Biden y Trump vuelven a aparecer juntos públicamente desde el desastroso debate de la CNN, que supuso el principio del fin para la candidatura del demócrata. Durante el cara a cara presidencial, Trump se recreó en la fragilidad del demócrata hasta el punto de hacer burla retándolo a un partido de golf. “No sé qué ha dicho al final de la frase. Creo que él tampoco sabe lo que ha dicho”, dijo ante los tartamudeos de Biden en el plató de Atlanta.

Antes del encuentro en la Casa Blanca, el presidente electo se ha reunido con congresistas republicanos, donde también ha ido con Elon Musk. Todo indica que los republicanos mantendrán la mayoría en la Cámara de Representantes y, además, han recuperado también el control del Senado.

Durante la reunión, Trump ha dicho a los legisladores que cree que no volverá a presentarse a la reelección: “A no ser que digáis que está tan bien que tengamos que pensar en algo”. La Constitución estadounidense prohíbe un tercer mandato presidencial, a no ser que se modifique. Aunque para hacerlo sería necesario tener dos tercios del Senado y dos tercios de la Cámara de los Representantes. Una vez se aprobara en el Congreso, tres cuartas partes de los estados, es decir 38, también tendrían que ratificarlo. 

Un institucionalista para el Senado

En paralelo al encuentro entre Biden y Trump, los republicanos han llevado a cabo la votación para elegir el nuevo líder de la mayoría del Senado. Hasta ahora la cámara baja había estado en manos de los demócratas y el cargo lo había ocupado Chuck Schumer. 

El senador John Thune, de Dakota del Sur, ha sido el ganador de una carrera reñida y se trata de uno de los pocos cargos en los que no triunfa un trumpista. Thune, de 63 años y con un marcado perfil institucionalista, ha vencido con 29 votos a 24 a John Corny, senador por Texas y al cual también se le considera parte del viejo establishment del partido. 

El senador Rick Scott de Florida, que era el candidato de Trump y contaba con el apoyo de todo su círculo solo consiguió recabar 13 votos durante la primera ronda. 

A pesar de que Thune presente un perfil más moderado, ya aseguró en la cadena Fox que los republicanos debían de asegurarse de que Trump pudiera cumplir sus promesas de campaña para mantener el apoyo de los votantes. “Si no cumplimos con las prioridades del presidente Trump, perderemos su apoyo”, aseguró. “Nos han confiado sus votos. Ahora tenemos que arremangarnos y ponernos a trabajar.”