Una estudio del centro de análisis Afi señala una importante transmisión de viviendas de padres a hijos en las próximas décadas, sobre todo entre las familias más ricas, lo que va a aumentar la desigualdad
La causa de la brecha generacional no son las pensiones: son la vivienda y los bajos salarios
“Los ‘millenials’ van a ser muy ricos cuando se jubilen”. La conclusión es del investigador de Afi, Daniel Manzano, y de su equipo, que este miércoles han publicado el informe ‘Demografía, vivienda y brechas de riqueza’. El propio Manzano admite que, sin más contexto y en plena crisis de acceso a la vivienda, es una afirmación “provocadora”. Pero estos economistas han hecho una proyección de la transmisión de riqueza (principalmente por las herencias de pisos y casas) que los padres ‘boomers’ van a hacer a los hijos ‘millenials’ que lo demuestra.
Eso sí, el mismo estudio de Afi advierte de que la ‘gran sucesión’ que está por venir en las próximas décadas va a concentrar todavía más la riqueza de lo que ya lo está en las capas más altas. Es decir, la desigualdad va a aumentar.
Los datos del estudio (que parte de las principales estadísticas del Banco de España y del INE) dicen lo siguiente. En primer lugar, hay que tener en cuenta que plantean dos escenarios, como se puede observar en el primer gráfico de esta información. Uno en el que la riqueza (casi el 80% es vivienda en España) no se revaloriza. Otro en el que lo hace un 20% cada dos décadas. “Centrándonos en el primer supuesto, el factor demográfico es netamente favorable a las dos próximas generaciones [entre 45 y 65 años, según el ejercicio], cuyo mucho menor tamaño relativo frente a la generación ‘boomer’ [más de 65 años] les hará ser beneficiarios de una mayor transmisión media por persona”, calculan los expertos de Afi.
“Concretamente, y bajo ese supuesto de no revalorización futura, la generación ‘millennial’ aspiraría a una trasmisión media de 250.000 euros por persona entre 2042 y 2062, un 41% mayor que el caso en la generación ‘boomer’. Este aumento se debe fundamentalmente a la espectacular reducción del número de donatarios frente al de donantes, desde el 1,51 en 2022 hasta el 1,07 en 2042. La equiparación demográfica de las cohortes en 2062 estabiliza el crecimiento de esta hipotética herencia media en torno al 9% (272.000 euros) para la siguiente generación”, explica el estudio.
Teniendo presente que se trata de cifras agregadas, que no muestran la desigualdad, la ‘gran sucesión’ hará todavía más ricos si se trabaja con el segundo supuesto de revalorización de la riqueza.
Aumento de la desigualdad
Ahora bien, más allá de los cálculos agregados, existe un punto de partida en el que la riqueza está concentrada en las capas más altas de la sociedad. Según la última Encuesta Financiera a las Familias (EFF) del Banco de España, la verdadera brecha sigue siendo la de siempre: la que se acentuó tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y con las políticas de austeridad. El 10% de familias más ricas ostenta algo más de la mitad de la riqueza total en España. Una proporción que solo ha caído ligeramente en la oleada de 2022 (la última realizada), desde la anterior de 2020.
De hecho, el 1% de familias más ricas en nuestro país detentaba el 19,4% de la riqueza total en 2022, apenas 2,5 puntos menos que el máximo de 2020, cuando tenían 22,9%.
Desde esta brecha inicial, el estudio de Afi recoge que la ‘gran sucesión’ o las herencias serán mucho “más importante cuantitativamente en los tramos de elevada riqueza, lo que podría amplificar la desigualdad en la distribución de riqueza intrageneracional [dentro de la misma generación]”.
Los economistas de Afi utilizan una evidencia. En 2008, entre el 35% y 63% de los hogares mayores de 65 años del quintil más rico de nuestro país habían recibido herencias. En 2022, este rango se marcha a entre el 70% y el 77%. “Una tendencia que continuará avanzando”, según estiman.
“Otro factor que podría influir en la futura distribución de riqueza, y sin duda en el sentido de una mayor desigualdad, es el creciente peso de la población extranjera (sobre todo, aquella procedente de países con menor de renta que el nuestro, que es la mayoritaria) en prácticamente todas las cohortes de edad”, prosigue el informe.
“Dos son las vías por las cuales la creciente presencia de población extranjera va a sesgar la distribución de la riqueza hacia una mayor desigualdad: por un lado, porque su posición relativa en la distribución de la renta y riqueza está habitualmente en la parte inferior y, por otro, por el bajo porcentaje de ellos que recibe herencias significativas o transferencias intergeneracionales”, finalizan desde Afi.