La responsable de Transición Ecológica, que se examina en el Parlamento Europeo para el puesto de vicepresidenta de Competencia de la Comisión Europea que le ha asignado Von der Leyen, defiende que las «alertas» de la AEMET se enviaron a tiempo pero que no se tomaron «en serio» por el Gobierno regional

El PP de Feijóo embarra la elección de Teresa Ribera y se retrasa la designación de los seis vicepresidentes de la nueva Comisión Europea

Nadie esperaba un debate de guante blanco. El PP de Alberto Núñez Feijóo había prometido un examen duro para la candidata de Pedro Sánchez y, de hecho, ha maniobrado para intentar convencer a sus colegas europeos para torpedear el aprobado de la socialista en la primera fase alegando la gestión de Ribera durante la DANA, aunque finalmente se han vanagloriado de que se posponga la evaluación (como la del resto de aspirantes a las vicepresidencias para que se analicen como un único paquete). Como es habitual por parte de los conservadores y la extrema derecha españoles en el Parlamento Europeo han usado la sesión para los trapos sucios de la política nacional y han llegado a responsabilizar a Ribera de la catástrofe en Valencia.

La socialista, que había iniciado el debate con un perfil institucional evitando el ‘cuerpo a cuerpo’, se ha defendido de las acusaciones recordando que los organismos dependientes del Gobierno central lanzaron “las alertas a tiempo”, pero que “no tomar en serio esas alertas puede tener consecuencias catastróficas para la gente” en referencia a las competencias que recaían en la Generalitat de Carlos Mazón.

“La historia y quizás también los jueces la juzgarán por su inacción y su incompetencia”, le ha espetado la portavoz del PP español, Dolors Montserrat, antes de lanzarle la pregunta: “¿Se compromete a dimitir si se ve involucrada judicialmente para no arrastrar al descrédito a Ursula von der Leyen y al Colegio de Comisarios?”. El PP de Feijóo ha sugerido así que el Gobierno central y la vicepresidenta de Transición Ecológica tendrán responsabilidades judiciales por la gestión de la DANA.

En los juzgados no está encima de la mesa ahora mismo una imputación de Ribera. Sólo una querella presentada por Vox y otra por una asociación lo han reclamado, informa Alberto Pozas.

“Este examen es innecesario. Hace quince días se enfrentó al examen de su vida en Valencia. Como actual ministra de Clima ha suspendido”, ha dicho Montserrat en referencia a la catástrofe que conmocionó a Europa antes de acusar directamente a Ribera: “Le correspondía haber evitado la tragedia porque es responsable de la prevención, la preparación y la respuesta de los desastres climáticos. Es responsable de la inversión en la gestión los ríos, la prevención de inundaciones y alertas climáticas. No debería estar compareciendo aquí, debería haber comparecido en el Congreso ante sus conciudadanos, pero ha preferido estar escondida para salvar su sillón”.

Ribera: “Las alertas se emitieron a tiempo”

“Las alertas se emitieron a tiempo”, ha respondido Ribera sobre advertencias como la de la AEMET que, ha recordado, llevaron a instituciones como la Universidad de Valencia o a algunos ayuntamientos a limitar la actividad. También ha explicado que el mando en este tipo de situaciones recae en la administración regional en los estados descentralizados como el español. La vicepresidenta ha emplazado a una reflexión sobre los intentos de “minar la credibilidad” de organismos como la AEMET y como “no tomarse en serio esas alertas, puede tener consecuencias catastróficas para la gente”. 

“El riesgo de grandes inundaciones se resuelve en poco tiempo cuando se toma en serio la alerta que en este caso era roja”, ha agregado Ribera, que ha recordado que eso conlleva recomendar “que todo el mundo se quede en casa” o que “se corte la movilidad”, algo que se hizo tarde en Valencia.

En términos similares a los de Montserrat se había expresado el portavoz de Vox, Jorge Buxadé, que la ha señalado como “responsbale de la tragedia”. “Disponía de la información sobre cauces desbordados en tiempo real y no hizo nada”, le ha dicho el eurodiputado de la extrema derecha, que también ha cuestionado que no se hayan ejecutado planes, como la construcción de presas en la zona. Buxadé ha acabado diciendo que Ribera no debía estar sentada en el Parlamento Europeo sino en un “banquillo” y ha apelado al PPE, que forma parte de la coalición europea junto con socialistas y liberales. “Hay dos opciones o estar del lado de Teresa Ribera o del lado de la vida de los españoles”, ha zanjado entre abucheos.

“No hay nada más peligroso que cuestionar o intentar minar la credibilidad de las instituciones que nos alertan. Este triste ejemplo que tenemos por delante es un ejemplo de lo que ocurre. Así que mi compromiso es reforzar los servicios públicos, la capacidad de observación, de anticipación y prevención de inundaciones, y acompañar a los europeos y gobiernos nacionales para que esto nos encuentre a todos preparados”, ha contestado Ribera, a quien han aplaudido las bancadas progresistas. 

En la segunda réplica a Buxadé, le ha recordado que el Gobierno ha recuperado “esos proyectos” hidrográficos que ahora la derecha considera imprescindibles para haber evitado el desastre y que “muchos están licitados” dado que ha asegurado que en la crisis se cancelaron. “La falta de Presupuestos hace particularmente complicado invertir en servicios públicos, así como la voluntad de recortar impuestos”, ha agregado Ribera provocando un rumor en la sala: “Europa debe permanecer comprometida porque desgraciadamente la aparición de estos fenómenos va a ser recurrente”. “Necesitamos reforzar nuestra preparación y las alertas y generar las alertas para que la gente pueda estar protegida”, se ha limitado a añadir Ribera.

Hasta entonces Ribera había evitado entrar en el reparto de culpas sobre la catástrofe, a pesar de que lo primero que ha escuchado ha sido precisamente un reproche de un eurodiputado conservador alemán por que hiciera las primeras reflexiones sobre la DANA en Valencia en el Parlamento Europeo y no en el Congreso de España. Ha sido el portavoz socialista, el asturiano Jonás Fernández, el que ha respondido inmediatamente después: “Estoy de acuerdo con mi colega Ferber en que la política española debe ser tratada en el Parlamento español”. A lo largo del debate los eurodiputados de las familias políticas de PP y Vox de otros países han cuestionado la idoneidad de Ribera.

El PP de Feijóo usa ahora la DANA como argumento contra Ribera, pero ya votó en contra de su nominación en el trámite en el que se analizan los conflictos de interés desmarcándose de la posición de su familia europea. Los esfuerzos se han centrado en tratar de convencer a sus correligionarios para poner palos en las ruedas en su aprobación. La tensión ha sido máxima en las últimas horas desde que PPE, S&D y Renew (que forman la coalición que sustenta a Von der Leyen) acordaron evaluar a todos los vicepresidentes al mismo tiempo para reducir los daños de los intercambios de cromos. La delegación española presumió de haber conseguido posponer el análisis sobre la española hasta que dé explicaciones en el Congreso la próxima semana mientras que el resto de partidos no lo daban por hecho y se limitaban a decir que se retrasará hasta que haya un acuerdo de los tres grupos que forman parte de la coalición.

Con ese panorama, las propuestas de Ribera sobre la cartera de Competencia y Transición Justa y Verde que le ha asignado Von der Leyen han quedado en un segundo plano y sólo ha podido referirse a esos asuntos en respuestas a los grupos progresistas y los liberales. La socialista, que durante las tres horas de interrogatorio se ha enfrentado al negacionismo del cambio climático de la ultraderecha, ha defendido que la “competitividad de Europa a largo plazo requiere desprenderse de los combustibles fósiles al tiempo que abraza una economía circular, digital y eficiente en recursos que atrae talento e inversiones y genera productos, servicios y empleos de alta calidad”.

También ha abogado por “un nuevo enfoque en la política de competencia que apoye más a las compañías para que crezcan en los mercados globales y que permita que las empresas y los consumidores europeos disfruten de los beneficios de una competencia efectiva”. Entre las cuestiones que ha planteado estaba la simplificación de las ayudas de estado y priorizar a las que “distorsionan la competencia”.