Moncloa confía en que algunos frentes en los Tribunales como el de la querella del PP por financiación ilegal o el del Fiscal General del Estado decaigan por su propio peso en las próximas semanas
El PP descarta la moción de censura y prevé que Sánchez saque adelante los Presupuestos
El otoño ha traído para el Gobierno algo parecido a una tormenta perfecta. A los problemas de una legislatura cogida con pinzas en el Congreso se ha sumado en las últimas semanas una ofensiva del PP en los tribunales agravada por las últimas revelaciones del ‘caso Koldo’ que implican de lleno al exministro Ábalos. Y esa sucesión de malas noticias en los tribunales se ha convertido para el Ejecutivo en una especie de pesadilla de la que pretende salir dotando de más contenido al mandato de Pedro Sánchez. En concreto, con un acelerón a los Presupuestos Generales del Estado y un impulso a reformas sociales en materia de vivienda o pensiones.
En las últimas semanas, de hecho, se han intensificado las negociaciones entre el PSOE y Junts en busca de un apoyo que le devuelva al Gobierno la mayoría parlamentaria de la que ahora carece. Con la mirada puesta en los Presupuestos Generales del Estado negocia el Ministerio de Hacienda de manera discreta y bilateral una nueva senda de estabilidad que contente a los independentistas catalanes. Algo parecido a lo que ocurre también desde hace semanas con un equipo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de Elma Saiz en torno a la delegación de competencias de gestión migratoria.
Todas las fuentes socialistas consultadas coinciden a la hora de poner prudencia en las expectativas de un acuerdo inmediato y se extreman las cautelas respecto a la posición de los de Carles Puigdemont. Pero admiten que la situación no tiene nada que ver a la de hace solo unas semanas, cuando Santos Cerdán se reunió en Suiza con la cúpula de Junts para intentar levantar los puentes rotos. La propia ministra de Hacienda y vicepresidenta primera, María Jesús Montero, llegó a asegurar en el Congreso la semana pasada que “por supuesto” que “este país tendrá Presupuestos”.
El objetivo con el que trabaja el Gobierno es que esas conversaciones con Junts puedan cristalizar, tras los congresos internos de ERC y Junts, en alianzas parlamentarias más sólidas que sirvan para sacar adelante los Presupuestos y que, de paso, sustenten su anhelo de una legislatura larga ahora atenazada por la escasa producción legislativa y por la ofensiva de la oposición en los tribunales y el caso Koldo, el primer caso de corrupción en un Gobierno de Sánchez que sitúa al ex número dos del PSOE al borde de la imputación.
La hipótesis de que Sánchez saque adelante las cuentas que consigan sostener la legislatura coge fuerza incluso entre las filas del PP. “Tiene el agua al cuello, pero tiene un salvavidas ahora mismo para salvar la legislatura”, aseguró el vicesecretario de los populares, Elías Bendodo, en una intervención a puerta cerrada en el Senado que pudo contrastar elDiario.es.
Bendodo trasladó a sus portavoces de diputaciones, cabildos y consells insulares que “la cuestión de confianza verdadera que va a tener el Gobierno son los Presupuestos”, según se oye en la grabación de esa reunión a la que ha accedido este periódico. “Si hay Presupuestos es un respaldo a Sánchez, y yo no descarto que haya Presupuesto”, afirmó.
“Si hay Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno cree que salva la legislatura. Puede ser. Tendría Presupuestos para el 25 y la posibilidad de prorrogarlos para el 26”, comentó antes de puntualizar: “Es muy posible que haya Presupuestos”. El dirigente del PP apuntó que la retirada del techo de gasto el mes pasado que decidió el Gobierno se debe a que “Junts y Esquerra” han pedido tiempo para hacer “sus congresos” internos, que se celebran este otoño. “Y después negociarán”.
“Negociar unos Presupuestos es súper fácil con los otros grupos, tú cedes lo que te piden y tienes Presupuestos. Como este Gobierno tiene la gran capacidad de ceder en todo para seguir, yo me atrevo a decir que es muy posible que haya Presupuesto. O como mal menor, que haya techo de gasto y ya veremos si hay Presupuestos”, concluyó.
Pero no solo trabaja el Gobierno en los Presupuestos. Ya hace un mes el presidente del Gobierno firmó con patronal y sindicatos un nuevo acuerdo sobre pensiones que implica ampliar de dos a tres años el plazo para solicitar la pensión de jubilación con límites en la reducción de la jornada. En línea con lo que se pactó en verano, el acuerdo contempla la “mejora de la compatibilidad entre la pensión de jubilación con el trabajo y el tránsito a una jubilación flexible y adaptada a cada una de las personas”. Y el objetivo de Moncloa es sacarlo adelante incluso con el apoyo del PP.
Según aseguran a elDiario.es fuentes de la dirección del partido liderado por Alberto Núñez Feijóo conocedoras de las reuniones que mantuvo los últimos días el líder de la oposición con los agentes sociales, el Partido Popular apoyará la última reforma de la jubilación pactada entre el Gobierno, los sindicatos y los empresarios en el diálogo social si el texto “llega limpio”, sin modificaciones, es decir, si el Gobierno no incluye ningún extra al acuerdo entre patronal y trabajadores.
El voto favorable de los de Feijóo supondría para el Ejecutivo lograr el respaldo necesario para que este último bloque de la reforma de la jubilación salga adelante. Además, implicaría un giro en el PP, que en el pasado no ha apoyado las reformas de pensiones del Gobierno de coalición aunque tuviera el respaldo de los agentes sociales.
A pesar de la batalla campal vivida estos días entre el Gobierno y la oposición a cuenta de la corrupción, también hay expectativas de alcanzar un acuerdo entre los dos grandes partidos respecto a una reforma de la Ley de Extranjería que implique una solución a la gestión de los menores migrantes no acompañados. Según las fuentes parlamentarias consultadas, la interlocución a tres bandas entre los socialistas, los populares y el presidente de Canarias se activará de forma “discreta” en busca de un acuerdo.
El horizonte que manejan en la Moncloa es que todo ese impulso legislativo vaya acompañado, con el paso de las semanas, en un alivio de la situación en los Tribunales. Los temas más complejos que afronta Pedro Sánchez son, de lejos, los que tienen que ver con la imputación de su pareja, Begoña Gómez, y la situación procesal en la que queda el otrora superpoderoso ministro de Transportes y Secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.
Siguen defendiendo en el Gobierno que el caso de Begoña Gómez quedará “en nada” y que con Ábalos la actitud del Ejecutivo ha sido “contundente”, con su expediente de expulsión del partido y su expulsión del grupo parlamentario. Aunque entre las filas socialistas nadie esconde que lo que pueda deparar el caso de aquí en adelante supone un problema político de primera magnitud.
Sí confían en el Ejecutivo que más pronto que tarde decaigan otros casos que han supuesto una china en el zapato en esta última semana, como la querella por financiación ilegal interpuesta por el PP, que ya rechaza Anticorrupción, o incluso la investigación al Fiscal General del Estado por su actuación en el caso del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por dos delitos fiscales. Tanto el presidente como el conjunto del Gobierno han defendido en tromba la actuación del Fiscal.